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Amor al natural by Anna Dassy

- 05/05/2021

Anna Dassy (@menta_ycanela) nos cuenta lo que significó para ella el proceso de Coaching capilar, un camino de conciencia, aceptación y amor a sí misma. Esperamos que disfrutéis de su testimonio tanto como lo hemos hecho nosotras.

Amor al natural

"A veces, los actos que parecen más superficiales encierran grandes cambios y aprendizaje con ellos. 

Yo, como la mayoría de mujeres rizadas, crecí pensando que mi pelo era algo "no bonito" que había que domar y cambiar, que lo elegante era tener el pelo liso. Y así fui alisando siempre mi pelo, y además en un momento dado empecé a hacerme mechas y decolorarlo. Recuerdo que cuando empecé a ponerme tratamientos alisadores pensaba que era el dinero mejor invertido. Pero la realidad era que mi pelo cada vez estaba más apagado, con menos brillo y absolutamente estático, y yo cada vez era más esclava de tratamientos carísimos donde destinaba horas y horas a literalmente achicharrarme el pelo. La presión por ocultar mi pelo natural me llevaba a pasarlo realmente mal cuando crecía y su verdadera naturaleza afloraba. 

Cuando nació mi primera hija, con su pelo precioso y  rizado natural, la miraba y me embelesaba admirando sus rizos, su movimiento y su vitalidad, y deseaba que siempre disfrutase de su pelo. Y la realidad me golpeó en la cara: "¿qué va a pensar mi hija de su pelo si su madre está siempre alisándolo y decolorándolo?" Esa presión que me ahogaba empezó a hacerse insoportable. Necesitaba dejar de castigarme y castigar a mi pelo por ser como era, y necesitaba urgentemente empezar a aceptarme primero, y quererme después. 

Así que descubrí Henna Morena y me alucinó la forma que tiene de reivindicar y cuidar la esencia de las personas, y desde ahí potenciar la belleza real. Primero intenté comprar algunos productos y utilizarlos por mi cuenta, pero aunque notaba mejoría en mi pelo, me sentía un poco perdida y por qué no, sola en este camino que iba más allá de lo meramente estético. Por lo que decidí lanzarme a solicitar un asesoramiento personalizado. Me respondieron en seguida y tras la encuesta tuve mi primera reunión con Mari Luz. 

Ahora me río pero recuerdo que en la primera reunión me daba hasta un poco de vergüenza enseñar mi pelo, pero el cariño y la profesionalidad de Mari Luz me hicieron sentirme a gusto desde el primer momento, y la forma tan clara que tiene de explicar cómo funciona el pelo, qué necesita y cómo actúan los productos naturales me fascinaron ¡era pura alquimia! Hablar con ella, contarle cómo me había sentido siempre, ver que me entendía, que me acompañaba, que me explicaba desde el conocimiento ( su pelo es parecido al mío y es TAN BONITO que me animó muchísimo), todo eso hizo que me animase, que me hiciese fuerte para luchar por recuperar un amor que me había negado desde hacía demasiado tiempo. 

En nuestra segunda cita me había cortado gran parte de mi melena y había hecho la primera tanda de tratamientos que me recomendó, me sentía absolutamente GENIAL, me encantaba poder dedicarme esos ratos a hacer mezclas, sentir las plantas, notar cómo se unían a mi pelo y lo limpiaban, trataban, casi curaban, era brujería pura, una sensación brutal. Para la tercera cita estaba totalmente lanzada y había cortado -¡aún más!- mi pelo, además había empezado a nutrirlo y a ponerme coloración con henna, y me fascinaba.

Yo, que juré y perjuré que jamás cortaría mi pelo porque “era imposible de domar” , que decía que alisarme el pelo era lo mejor que me había pasado y que me dejaba llevar cuando me aseguraban que el rubio me sentaba genial (aunque a mí realmente no me lo pareciera). Esa misma yo ahí estaba, con sus pelos rizados al sol y riéndome a carcajadas cuando mis amigos me miraban alucinados porque no me reconocían.

Ha sido la primera vez que he tratado a mi pelo con respeto, con cariño, no exigiéndole que se comporte de determinada forma para cumplir con un canon estético sino que se deje ser, a su aire y con los mejores cuidados naturales que podía encontrar. He empezado a tratar a mi pelo como quiero tratarme a mí, porque aunque parece frívolo, es una gran metáfora de amor propio y autocuidado. 

Gracias Mari Luz por acompañarme tanto y tan bonito, gracias por reír juntas, por abrirme tu corazón, por la paciencia y el cariño que has tenido en cada llamada, aunque estuviesen mis peques reclamando tu atención, por la inmensa sabiduría y por empezar conmigo este camino que ya os aseguro que no voy a dejar. A veces veo mis fotos antiguas y me veo guapa, no voy a mentir, pero la belleza, la fuerza y la seguridad que tengo ahora es algo que trasciende mucho más allá de cualquier foto. Ahora me veo y me abrazo con mucho más amor, y eso es algo que todas merecemos."

Anna Dassy

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