Con la llegada del frío, el cabello sufre: calefacciones extremas, frío en la calle, viento, abuso del secador… La parte más externa del cabello, la cutícula, necesita cuidados específicos al estar más expuesta a la intemperie. Pero también los folículos pilosos, la concavidad bajo la piel en la que nace cada pelo, una de las zonas más activa de todo el organismo y donde se encuentran las glándulas sebáceas.
En invierno, estas glándulas sufren un efecto vasoconstrictor sobre el cuero cabelludo y dejan de producir la grasa natural del cabello, resecándolo, produciendo más electricidad estática y encrespamiento. Además la estructura de la proteína del cabello (queratina) responde al frío y se vuelve más rígida, provocando encrespamiento.
La solución es hidratar, proteger y vitaminas extra.
Estas son nuestras recomendaciones.
- Aplícate mascarillas de aceite cada semana, como siempre. El aceite es el elemento fundamental para hidratarlo en profundidad y reparando la cutícula: cuanto más sano tengas el cabello, menos evaporación del agua natural del pelo. Pero además, puedes añadir unas gotas de aceite en el champú habitual: así le damos una dosis extra de hidratación. Nuestra recomendación es que utilices el Aceite de Pepita de Uva y Petitgrain, protege de los agentes externos y evita el encrespamiento.
- Si estás en una zona muy fría o lo notas especialmente seco, puedes hacer mascarillas exprés media hora antes de lavar el cabello, añadiendo unas gotas de aceite en la mano y distribuyéndolo por todo el cabello.
- No abuses del agua caliente: el cuero cabelludo sufre y las puntas se vuelven más quebradizas. Tampoco abuses de las planchas y los secadores, una bomba de relojería si tu cabello está seco o debilitado por los tratamientos químicos (tintes).
- No salgas a la calle con el pelo mojado. Cuando el cabello está mojado, la cutícula se dilata y deja los poros abiertos, esto puede hacer que seamos más vulnerables a los factores externos (contaminación, frío, luz solar, uso de secador...) y puede provocar caída de cabello.
- Utiliza gorros para proteger el cuero cabelludo del frío: así no sufre tanto y las glándulas sebáceas están más relajadas.
- Aplícate de vez en cuando Cassia Obovata sobre el cabello: es un preparado exclusivamente a base de plantas trituradas. No tiñe en absoluto, te lo puedes aplicar sobre cabellos naturales o teñidos indistintamente, y te aportará silicio, magnesio y hierro. Si le añades cerveza al preparar la mezcla, te aportará también vitamina B. Es muy fácil de aplicar y notarás el efecto enseguida.
- Cepíllate con un buen cepillo de madera ecológica y evitarás la electricidad estática.
Conociendo mejor tu cabello, sabrás cuidarlo mejor. O lo que es lo mismo, con más información, elegirás mejor lo que necesitas.