A diferencia de los tintes químicos, los tintes vegetales no penetran en la corteza del cabello ni alteran su melanina natural, si no que depositan una capa de pigmento sobre la cutícula, que es la capa más externa del cabello. Al no romper la estructura capilar, es una coloración más respetuosa con el pelo, porque actúa sin modificarlo.
Los tintes vegetales se degradan de manera gradual y natural con los lavados, lo que evita el temido efecto raíz de los tintes químicos. El color se desvanece de forma uniforme y su efecto dura semanas
o meses.