Termina cada lavado con el acondicionador y, una vez por semana, cámbialo por la mascarilla (si puedes, déjala actuar durante 20-30 minutos). Estos dos productos deberás utilizarlos siempre, ya tengas el pelo sano o dañado.
Paralelamente, una vez a la semana, hazte una mascarilla con uno de nuestros aceites capilares (aquí te enseñamos a prepararla) o con la manteca de Karité. En casos de encrespamiento o sequedad extrema, complementa tu rutina de aceites con el Sérum Regenerador de Noche una vez por semana, un tratamiento reparador altamente intensivo.
Pasado un mes o dos, puedes espaciar las aplicaciones de aceite a 1-2 veces al mes.
Para retirar los aceites o las mantecas del cabello, te recomendamos utilizar alguno de nuestros 4 champús líquidos sin sulfatos, que actúan contra el exceso de grasa con facilidad, además de ayudar a sellar la cutícula sin dejar residuos en el pelo y aportando ingredientes protectores al cabello.