Es un cabello seco, frágil y quebradizo, textura áspera, tendencia al encrespamiento, que se enreda fácilmente, sin volumen y puede caerse más de lo normal. Es un cabello que muestra las consecuencias de haber sido maltratado por tintes sintéticos, abuso de secadores y planchas, tratamientos químicos como alisados o permanentes y productos químicos agresivos.

Te recomendamos que sigas nuestro Método Henna Morena. Primero, realiza un detox capilar o una limpieza en profundidad para eliminar todas las impurezas y restos de químicos. Para ello, utiliza el Champú Sólido de Coco durante un mes y tras cada lavado aplica el Acondicionador de Naranja y Karité. Una vez a la semana sustituye el acondicionador por la Mascarilla de Salvia y Naranja. Después de un mes, reemplaza el champú sólido por el Champú de Henna y Silicio, para utilizarlo de forma habitual. En tu caso, es adecuado hacer un tratamiento intensivo hidratante con el Sérum Regenerador de Noche, aplicándolo dos veces por semana hasta que veas como poco a poco tu cabello se va recuperando, y lavando el cabello por la mañana. Tras dos meses, y con el cabello ya resetado e hidratado, puedes empezar a nutrirlo con Cassia Obovata o Nogal una vez al mes, o, si lo prefieres, a aplicar Coloración Vegetal. No olvides los productos de acabado como el Sérum de Silicio, para sellar la cutícula del pelo en el momento del peinado.

Es un proceso que requiere un poco de paciencia, depende del estado y del tipo de cabello, pero si sigues el Método Henna Morena. A partir del primer mes ya empezarás a notar grandes mejoras.

Sí, puedes, pero para un resultado adecuado y un color impecable se recomienda aplicar los tintes vegetales tras haber recuperado su textura y sedosidad. Para ello te recomendamos el Método Henna Morena con el que resetearás, hidratarás y prepararás el cabello para recibir la coloración. Recuerda que los tintes sintéticos depositan el color sobre el cabello, por lo que el estado y el color del cabello incide directamente en su resultado.