El mejor tramiento para la caída del cabello es la combinación de varios productos para crear una rutina capilar adecuada. En primer lugar, lava tu cabello con un champú natural, usa el Champú sólido de Brea de Enebro para realizar un detox capilar y el Champú de Ortiga y Tomillo como tu champú habitual. Después de cada lavado aplica la hidratación necesaria con el Acondicionador de Naranja y Karité y, una vez a la semana, sustitúyelo por la Mascarilla de Salvia y Naranja. Una vez por semana, aplica el Aceite de Almendras con Mirra por todo el cabello y déjalo actuar 2h. Una vez trasncurrido ese tiempo, lava tu cabello con el champú líquido. Una vez al mes o cada 15 días, prepara una cataplasma de Cassia Obovata, aplícala sobre el cabello seco y déjala actuar durante 1h, luego lava el cabello con tu champú habitual. No olvides de aplicar a diario la Loción Anticaída F12 sobre el cabello húmedo o seco masajeando el cuero cabelludo.

¡Por supuesto! Existen dos tratamientos en polvo ideales para frenar la caída: la Henna y la Cassia Obovata. Ambos fortalecen el cabello gracias a su aporte de minerales y vitaminas, además de frenar la caída, aportan brillo y suavidad. La diferencia entre ambas plantas es que la Henna aporta un tono cobrizo al cabello, es decir, tiñe, mientras que la Cassia Obovata no. Además de la Henna y Cassia Obovata, otro tratamiento natural es la Loción Capilar Anticaída F12, un concentrado de 12 plantas que combate la caída, estimula el creciemto y mejora el anclaje del cabello.

Es algo totalmente normal, ya que el cuero cabelludo y el pelo han estado exponiéndose a factores estresantes como el sol, la sal, el cloro… La estructura capilar se ha debilitado durante los meses de verano y ahora, reinicia su ciclo vital cambiando y renovando el pelo.

Son múltiples los motivos: estrés, alimentación, genética, problemas hormonales, contaminación, excesos del verano... A veces es necesario entender de dónde viene el problema para encontrar la solución más adecuada, junto a una buena rutina capilar.

Evita utilizar planchas y secadores porque resecan el cabello y lo debilitan haciendo que sea más frágil y quebradizo. No utilices tintes sintéticos, oxidan y debilitan la estructura capilar y, al salir del agua del mar o la piscina, siempre aclara el cabello, ya que el cloro y la sal lo resecan y dañan.

Te recomendamos una o dos veces al mes.